quisieran arramar los cristianos, Rodrigo ovo el escudo enbraçado,
por tornar los cristianos, del padre non ovo cuidado.
Allí fue mezclada la batalla e el torneo abivado,
paradas fueron las açes e el torneo mezclado.
Allí llamó Rodrigo a Santiago, fijo del Zebedeo,
non fue tan bueno de armas Judas el Macabeo,
nin Archil Nicanor, nin el rey Tholomeo.
Cansados fueron de lidiar e fartos de tornear,
tres días estido en peso la fazienda de Rodrigo de Bivar,
a pocas que lo non tomaron entrega, armado estando.
Esto le aconsejó por el buen rey don Fernando,
quando los condes vendieron el reinado.
La batalla vençió Rodrigo, por ende sea Dios loado.
Mató al rey Garay, moro de Atiença,
e al rey de Çigüenza, su hermano,
e mató al de Guadalajara, e priso al madriano,
e al talaverano e a otros moros afartos.
Ca muy bien le ayudó el rey moro Burgos de Ayllón loçano,
que era su vassallo.
E traxieron los dos reys moros para el pueblo çamorano.
Tornósse Rodrigo para Castilla tan sañudo e tan irado,
toda la tierra tembrava con el Castellano,
fue destroir a Redezilla e quemar a Bilforado,
conbatieron a Grañón e priso al conde don Garçi Fernández con su mano.
Por Villafranca de Montes d’Oca le levava apresionado,
e viólo el conde don Ximeno Sánchez de Burueva, su hermano,
e quando lo vio Rodrigo, luego le salió al alcançe.
Ençerrólo en Siete Barrios, que es Birviesca llamado,
en Santa María la Antigua se ençerró el conde loçano.
Conbatiólo Rodrigo, amidos que non de grado,
ovo de ronper la iglesia e entró en ella privado,
sacólo por las barvas al conde de tras el altar con su mano,
e díxol’, ‘Sal acá, alevoso, e ve vender a cristianismo,
e a moros e matar a tu señor honrado.’
Dos condes lieva presos Rodrigo, a Carrión fue llegado.
Quando lo sopieron los condes de Carrión e de Castilla, todos se alegraron,
e fezieron l' jurar en las manos e omenaje le otorgar,
que a treinta días contados fuessen ante’l rey don Fernando.
Con los presos fue Rodrigo al pueblo çamorano,
e metiólos en presión con los moros, e cavalgó privado.
E sale a reçebir a los caminos al buen rey don Fernando,
e encontrólo entre Çamora e Benavente, do es Moreruela poblado,
desde allí fasta Çamora fuégelo contando.