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Folio 194v

 

que darlo he a mis vassallos, que assaz me lo han lazerado.’

Despediéronse del rey e besáronle la mano.

Treçientos cavalleros fueron por cuenta los que allí fueron juntados.

Quando esto vio Rodrigo, a los moros se tornó privado,

‘Oítmelo, rey moro Burgos de Ayllón muy loçano.

Yo non prendería rey, nin a mí non sería dado,

mas roguévos que veniéssedes conmigo, vós fezísteslo de grado.

Itvos para vuestro reinado salvo e seguro,

que en toda la mi vida non ayades miedo de rey moro nin de cristiano.

Quanto avían los arrayazes que yo maté, vós heredatlo,

si vos quesieren abrir las villas, si non, enbiatme mandado,

yo faré que vos abran a miedo, que non de grado.’

Quando esto vio el moro Burgos de Ayllón muy loçano,

fincó los inojos delante Rodrigo e besóle la mano,

de boca fablando, ‘A ti digo el mi señor, yo só el tu vassallo,

e dóte de mi aver el quinto e tus parias en cada año.’

Alegre se va el Moro, alegre se tornó el Castellano.

Parias le enbió el rey moro de Ayllón muy loçano,

que para en quatro años fuesse rico e abondado.

Sópolo el conde don Martín Gonçález de Navarra, cavalgó muy privado,

e fuésse para el rey, ‘Señor, pésete del tu daño.

Calahorra e Tudela forçada te la ha el buen rey don Fernando.

Señor, dame tus cartas e iré desafiarlo,

yo seré tu justador, conbaterlo he privado.’

Essas horas dixo el rey, ‘Séate otorgado.’

Las cartas dan al conde, al camino es entrado,

allegava a Çamora, al buen rey don Fernando,

entró por la corte, al buen rey besó la mano,

e dixo, ‘Oítme, rey de grand poder, un poco sea escuchado,

mensagero con cartas non deve tomar mal nin reçebir daño.

Enbíavos desafiar el rey de Aragón, a vós e a todo vuestro reinado,

vedes aquí sus cartas, yo vos trayo el mandado.

Si non, datme un justador de todo vuestro reinado,

yo lidiaré por el rey de Aragón, que só su vassallo.’

Quando esto oyó el rey, en pie fue levantado,

e dixo, ‘Pesar devía a Dios e a todo su reinado,

de tal cosa començar rey que devía ser su vassallo.

¿Quién ge lo consejó?, e ¿cómmo fue de ello osado?

¿Quál sería de mis reinos, amigo o pariente o vassallo,

que por mí quesiesse lidiar este rieto?’