Assossegada estava la tierra, que non avié guerra de ningún cabo.
El conde don Gómez de Gormaz a Diego Laínez fizo daño,
ferióle los pastores e robóle el ganado.
A Bivar llegó Diego Laínez, al apellido fue llegado.
Él enbiólos reçebir a sus hermanos e cavalga muy privado.
Fueron correr a Gormaz quando el sol era rayado,
quemáronle el arraval e començáronle el andamio,
e trae los vassallos e quanto tienen en las manos,
e trae los ganados, quantos andant por el campo,
e tráele por desonra las lavanderas que al agua están lavando.
Tras ellos salió el conde, con çient cavalleros fijos dalgo,
rebtando a grandes bozes a fijo de Laín Calvo,
‘¡Dexat mis lavanderas, fijo del alcalde çibdadano,
c’a mí non me atenderedes atantos por tantos!’,
por quanto él está escalentado.
Redró Ruy Laínez, señor que era de Faro,
‘Çiento por çiento vos seremos de buena miente e al pulgar.’
Otórganse los omenajes, que fuessen í al día de plazo.
Tórnanle de las lavanderas e de los vassallos,
mas non le dieron el ganado,
ca se lo querién tener por lo que el conde avía levado.
A los nueve días contados cavalgan muy privado.
Rodrigo, fijo de don Diego e nieto de Laín Calvo,
e nieto del conde Nuño Álvarez de Amaya,
e visnieto del rey de León,
doze años avía por cuenta e aún los treze non son,
nunca se viera en lit, ya quebrávale el coraçón.
Cuéntasse en los çien lidiadores, que quiso el padre o que non,
e los primeros golpes suyos e del conde don Gómez son.
Paradas están las hazes e comiençan a lidiar,
Rodrigo mató al conde, ca non lo pudo tardar.
Venidos son los çiento e piensan de lidiar,
en pos ellos salió Rodrigo, que los non da vagar.
Priso a dos fijos del conde, a todo su mal pesar,
a Fernán Gómez e Alfonso Gómez, e tráxolos a Bivar.
Tres fijas avía el conde, cada una por casar.
E la una era Elvira Gómez,
e la mediana Aldonza Gómez,
e a la otra Ximena Gómez, la menor.
Quando sopieron que eran presos los hermanos e que era muerto el padre,
paños visten brunitados e velos a toda parte.
Estonçe la avían por duelo, agora por gozo la traen.
Salen de Gormaz e vanse para Bivar.
Viólas venir don Diego e a reçebirlas sale,